lunes, 25 de julio de 2011

Lluvia Eterna.

Odio la lluvia. La detesto y solo trae desgracias. Además me hace sentir triste, pero así que mas; finalmente la administración no la llevo yo. Y el cielo se cae a trozos, quien sabe cuanto va a seguir lloviendo... 
Hace semanas que empezó este temporal y no se le ve fin. Los del clima no saben por que empezó la lluvia y es hora que nadie lo puede decir a ciencia cierta. Una vez leí en una revista que hay lugares del mundo donde los monzones son cosa de todos los días, pero... ¿Cuándo se había visto llover así sobre la ciudad de Guadalajara?
De cualquier forma, aquí estoy: Bajo la lluvia, medio protegido por el balcón de una habitación del hotel a mis espaldas, que de todas formas deja caer esa cortina de agua entrecortada mojándome todo de frente. Y sigo esperando al camión que nomas no pasa. A ver a que horas.
- Oiga señor, ¿Hace cuanto que paso el aguablanca?
- Hace como una hora.
El señor se sigue de largo y toma su portapapeles con las tiritas donde anota las corridas.
Ni modo, esta de malas.

Me digo para mi mismo "Ya no tarda en pasar... Ya en breve" Pero cielos, ¡Que frío! Como si no hubiera sido bastante con el frío del mes antepasado. Un fríazo, en serio, pero nada como esto, llueve a cantaros y sin detenerse, casi un mes de lluvia que comenzó y no se ha detenido ni un segundo.
No quiere dar tregua.
Ni la va a dar.
El señor se regresa otra vez y deja el portapapeles encajado en la puerta naranja a mis espaldas y se queda parado junto a mi, checando a ver que camiones se dejan venir. Miro al piso y veo los pies del señor. Con este clima y trae huaraches. Ni modo, cada quien como cae, están tan gastados que se le asoman los dedos que ya ni tienen uñas, solo las marcas de que si tuvo, pero ya no.
Y el camión nomas no pasa.

1 comentario:

  1. Escribes hermoso hermanito, y se nota que odias el frio y la lluvia, te seguire leyendo, es bastante... autentico =)

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