viernes, 18 de noviembre de 2011

Me meteré en problemas.

¿Qué voy a hacer después de esto?
Pues nada, meterme en problemas;
Ya ves que no se me da eso...

Ah... meterme en problemas para olvidar que estoy vivo,
y acordarme tan solo del deseo de sobrevivir,
Porque estoy harto de estar vivo,
Pero no quiero morir...

No quiero morir porque estoy vivo,
Y si estoy vivo yo aún te tengo,
A distancias de mi cuerpo,
Pero cerca de mi corazón, y quizá, sólo quizá;
Aquí, cerca, muy cerca de mi alma.

Y es cierto, te lo prometo;
Me meteré en problemas, y no lo prometo,
Mas bien, te lo Juro, que me meteré en problemas;
Porque necesito olvidarme, si;
Olvidarme de que no te olvidaré jamás...

Te amo, mademoiselle...

- Starker Adler Köning, 19 de noviembre de 2011

miércoles, 10 de agosto de 2011

Presentaciones ya en serio y en forma.

El propósito detrás del presente blog es, en primera instancia, tener donde poner a la vista del público mis creaciones literarias, digáse retazos non sequitur que me gusta apodar eufemísticamente microficciones o bien cuentos en forma, así como mis intentos de escribir (si la musa me visita con la frecuencia requerida), una novelita de digamos, trescientas paginas.
Pero dejando de lado mis aspiraciones literarias este blog esta aquí porque tenía que buscarme un lugar donde poner todas las cosas que pienso en mis lapsus-filosofus y que me parecen dignas de ser mostradas a otros seres humanos pero que nunca se me ocurren cuando hay alguien cerca para sostener una buena tertulia de esas que me gustan tanto.

Ahora bien, y después de iniciar estas lineas con lo que mejor hubiese sido el desarrollo, me presentare: Mi seudónimo es Starker Köning, tal como indica el título de esta página que se me ha ocurrido nombrar de una manera supremamente original. 

Soy un fulano de dos décadas y un año que gusta de escuchar música clásica, rock, pop, hip-hop, metal y básicamente cuanto álbum se me cruza en el camino así como leer ingentes cantidades de novelas y artículos de wikipedia (preferentemente la versión región uno porque los camaradas que escriben la versión en español además de plagiarios son flojos pues no traducen ni el cuarenta por ciento de los artículos originales en ingles). Además de eso, soy un autoproclamado cinéfilo y gamer, aunque eso no implique que me he sentado a verme toda la filmografía de los maestros del cine prehistórico ni que comparta la opinión casi unánime de que los juegos de Zelda son obras maestras y Mario Bros. no ocupa un lugar en mi inconsciente mas allá de ser "Ese juego sobre el plomero y la princesa no autosuficiente lleno de hongos y tortugas".

En mis ratos no ociosos también soy un estudiante de derecho que se enorgullece de serlo y tiene sueños fumados de llegar a ser ministerio público y patear traseros en pro de la justicia, además de un entusiasta estudiante de alemán que desea que algún día Unheilig ofrezca un concierto digamos; cerca de donde resido.

Sin más por el momento me despido por ahora y les deseo suerte en lo que sea que pretendan hacer después de leer estos párrafos.

- Starker Adler Köning, 10 de agosto de 2011

lunes, 25 de julio de 2011

Lluvia Eterna.

Odio la lluvia. La detesto y solo trae desgracias. Además me hace sentir triste, pero así que mas; finalmente la administración no la llevo yo. Y el cielo se cae a trozos, quien sabe cuanto va a seguir lloviendo... 
Hace semanas que empezó este temporal y no se le ve fin. Los del clima no saben por que empezó la lluvia y es hora que nadie lo puede decir a ciencia cierta. Una vez leí en una revista que hay lugares del mundo donde los monzones son cosa de todos los días, pero... ¿Cuándo se había visto llover así sobre la ciudad de Guadalajara?
De cualquier forma, aquí estoy: Bajo la lluvia, medio protegido por el balcón de una habitación del hotel a mis espaldas, que de todas formas deja caer esa cortina de agua entrecortada mojándome todo de frente. Y sigo esperando al camión que nomas no pasa. A ver a que horas.
- Oiga señor, ¿Hace cuanto que paso el aguablanca?
- Hace como una hora.
El señor se sigue de largo y toma su portapapeles con las tiritas donde anota las corridas.
Ni modo, esta de malas.

Me digo para mi mismo "Ya no tarda en pasar... Ya en breve" Pero cielos, ¡Que frío! Como si no hubiera sido bastante con el frío del mes antepasado. Un fríazo, en serio, pero nada como esto, llueve a cantaros y sin detenerse, casi un mes de lluvia que comenzó y no se ha detenido ni un segundo.
No quiere dar tregua.
Ni la va a dar.
El señor se regresa otra vez y deja el portapapeles encajado en la puerta naranja a mis espaldas y se queda parado junto a mi, checando a ver que camiones se dejan venir. Miro al piso y veo los pies del señor. Con este clima y trae huaraches. Ni modo, cada quien como cae, están tan gastados que se le asoman los dedos que ya ni tienen uñas, solo las marcas de que si tuvo, pero ya no.
Y el camión nomas no pasa.

domingo, 24 de julio de 2011

El británico.

- ¿Y tu que eres americano?
- Soy un contratista.
- ¿Que rango es ese?
El americano se ríe entre dientes mientras le observo sangrar levemente por la fosa que aun no coagula. Y finalmente me contesta jadeando. Tosiendo. O quizá riéndose como la hiena que es. A lo mejor todo junto.
- No es un rango, quiere decir que me pagan por cumplir un contrato acá.
- Es decir, que eres un mercenario.
El americano frunce el ceño y la nariz rota le vuelve a sangrar mientras su orgullo aplastado de supuesto guerrero me mira desde atrás de sus ojos de tipo rudo.
- Y tu eres un puto terrorista.
- Eso significa americano, que tu no nos sirves como rehén.
Me observa prácticamente indiferente detrás de la mascarada de tipo rudo. Y me quiero imaginar que entiende tanto como yo, que el no forma parte de esta guerra; que el nunca estuvo aquí y que nadie mandaría a rescatar un mercenario, ni mucho menos liberarían a mis hermanos y hermanas a cambio de su pellejo.
Porque el es insignificante para su gente.
Y por eso es insgnificante para nosotros.

El día de mañana.

Un periodista de guerra, un fotógrafo en realidad. No le importamos, ni le interesa el asunto de verdad. Lo único que le importa es tomar la fotografía, el encuadre, la composición; la luz necesaria. Nada más. Para el solo somos fotografías que le pagan el colegio a sus hijos y los vestidos bonitos a su mujer. El día de mañana despertara tibio en su hogar a millones de kilómetros de aquí. Y ya. Eso es todo, lo único que recordara de aquí sera su paga, y cuando los televisores le recuerden de nosotros le dará un llamado a la ironía haber si se presenta en su comedor mientras desprecia al noticiario igual que el resto de su gente; que odia ver las noticias porque les recuerda el infierno que tenemos a bien llamar hogar.
Sigo observando su cabeza a través de la mira del rifle. A nosotros solamente nos importa vivir, solo eso. Vivir un día más. ¿Y te digo algo? No vale la pena. No lo vale. No vale la pena vivir otro día más. Incluso si el día de mañana ganamos, aunque valga la pena todo lo que hicimos hoy... No valdrá lo que hicimos antes. No lo vale. Te juro que no lo vale.
Y entonces jalo del gatillo.